Los altos costos de la vivienda en Bogotá ha provocado una expansión urbana en la sabana, haciendo que miles de personas se hayan ido a vivir a municipios como Chía.
Este pueblo vecino de la capital ha perdido gran parte de su vocación y se convirtió en una ciudad dormitorio para muchos de sus habitantes.
Chía es uno de los municipios más cercanos a Bogotá, para llegar, existen varías vías de acceso, y una de las más rápidas es de pago con peaje.
Aun así, los bogotanos, aseguran que es más económico que la capital, donde el precio del metro cuadrado de una casa inicia en 521 dólares; en comparación a los 752 dólares que cuesta el metro cuadrado en la ciudad.
PlayGround salió a las calles con su serie VIVIR AQUÍ para conocer las realidades y opiniones frente al acceso a la vivienda en Chía.
Este fenómeno está cambiando las dinámicas sociales, culturales y económicas de estas poblaciones que su pasado fueron principalmente agrícolas o industriales.
«Conseguir vivienda en Bogotá es muy difícil, son lugares muy pequeños y si uno quiere algo cómodo y a su gusto, vivir a las afueras es como la mejor opción», dijo una joven que adquirió casa en este municipio.
Un pueblo que ha perdido su tradición
La llegada de nuevos habitantes a este municipio ha reducido su vocación agrícola y ha incremento los precios del suelo.
Decenas de proyectos urbanísticos se han construido y se siguen ofertando debido a la demanda que hay por conseguir vivienda a un precio mucho más asequible que en Bogotá.
Entre 2020 y 2023, se han otorgado más de 980 licencias de construcción, lo que ha impactado diversos ecosistemas en la zona.
El aumento urbanístico también se ha convertido en un dolor de cabeza para las administraciones locales que han tenido que enfrentar problemas con la atención de servicios públicos.
Ver más:VIVIR AQUÍ: Lo complicado que es tener casa propia en Bogotá
Además, la llegada de nuevos habitantes hizo que las vías colapsaran. Los gobiernos locales no cuentan con los recursos para ampliar las avenidas existentes o construir nuevas calles.
Vivir en Chía tiene muchos beneficios como la tranquilidad, los costos de los servicios y del mercado. Sin embargo, hay una contra y es los largos tiempos de desplazamientos para ir hasta Bogotá.
«Yo fui criada en Bogotá, digamos que hay muchas cosas que extraño como la cercanía de todo, el transporte. En donde vivimos siempre es complicado movilizarse hasta Bogotá, pero siento que vale la pena si uno se termina acostumbrando», aseguró.
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