El alpinista keniano Joshua Cheruiyot murió al caer en una grieta y su familia se resignó a dejar su cuerpo en la cima de la montaña más alta del mundo
La familia de un alpinista keniano que murió en el Monte Everest tuvo que resignarse a dejar su cuerpo en la montaña debido a los graves riesgos que hay para recuperarlo.
Joshua Cheruiyot Kirui falleció cuando intentaba alcanzar la cima del mundo sin contar con óxigeno suplementario.
Este alpinista de 40 años se resbaló en una grieta de casi 50 metros de profundidad en donde murió. Sin embargo, su guía nepalí Nawang Sherpa sigue desaparecido.
Estos escaladores se encontraban a una altura de 8.849 metros en donde las condiciones de la montaña son completamente difíciles.
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Una misión imposible para los equipos de rescate
La familia de Joshua Cheruiyot reconoció que realizar el rescate del cuerpo de Joshua a esta altitud sería muy peligroso para los equipos de emergencia.
De esta forma, decidieron resignarse a dejarlo en la cima de la montaña más alta del mundo.
La BBC tuvo acceso a un comunicado de la familia en donde justificiaron la dificil decisión luego de consultar con varios expertos que les mostraron la dificultad de recuperarlo.
«Recuperar su cuerpo desde esa altura sería arriesgado para el equipo de rescate, la familia no desea poner en peligro ninguna vida. Cheruiyot tenía un profundo amor por las montañas y ellos también lo amaban. Encontramos consuelo al saber que está descansando en su lugar feliz», dijeron.
De acuerdo con los reportes, se tenían que invertir unos 190.000 dólares y ocho escaladores entrenados para recuperar el cuerpo de Joshua.
Además, subir al Everest es extremadamente difícil y peligroso, incluso para los más experimentados alpinistas.
Los funcionarios del Departamento de Turismo de Nepal dijeron que dejar cadáveres en la montaña era ilegal, pero esta familia se está enfrentando a una dura realidad.
Ante esto, el operador de la expedición tendrá que presentar una carta de compromiso ante las autoridades en la que digan que bajarán el cuerpo en la próxima temporada de escalada (abril-mayo).
Las autoridades estiman que en el Everest pueden haber los cuerpos de casi 200 de los 330 alpinistas que han muerto intentando subir a la montaña más alta del mundo.
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