Que Barcelona es una ciudad muy viva lo sabíamos. Aquí das un paso y street dancers están moviendo su cuerpo con elegancia y osadía. Aquí encuentras arte urbano y cuando decimos arte urbano son graffitis virales como el mensaje que le dijo Greta a Trump: ‘You are never too small to change the world’. Aquí ves partidos de fútbol callejero.
Adentrarse en este espacio urbano de cultura y deporte que convive en la ciudad es revelador. Hablamos con algunos de los protagonistas de la escena urbana a los que seguramente hayas visto en Instagram.
África (@afrrikk) nació pegada al baile y al fútbol en la calles.»Empecé a bailar a los 5-6 años en el país de mi padre, Guinea Ecuatorial. Empecé en la calle, en un callejón de mi barrio concretamente y justo al lado tenía un centro cultural, donde siempre había música, shows, actividades, baile, etc. Supongo que empecé porque formaba parte del estilo de vida que yo llevaba en ese momento, a parte de que yo con la música me volvía loca, lo primero que me salía era bailar», explica a PlayGround.
Eso es algo que sus vídeos lo dejan claro.
El fútbol le apasionaba y estaba en el equipo de las mayores de su colegio. Aunque después de unos años lo tuvo que dejar por incompatibilidades de horarios, el ambiente lo sigue viviendo porque está en las mismas calles de la ciudad donde ella baila. Cree que hay una conexión practiques lo practiques en la calle y da igual si bailas o tienes un balón en los pies. «Es el street y ese toque freestyle que tiene que no se rige a unas reglas específicas. Más bien muchas veces se improvisa y tiene ese punto social y familiar que se genera», afirma.
Mientras se vive el deporte en las plazas y campos abandonados, las fachadas tienen lemas que echan fuego. No solo lo street tiene ese punto social y familiar, hay orgullo. ¿Recuerdas el graffiti del beso entre Messi y Cristiano Ronaldo en Barcelona? Pertenece a @tvboy. Era una imagen que con el arte urbano pretendía derrumbar la homofobia.
De él también es el graffiti que plasmó la labor de Open Arms para salvar las vidas en el Mediterráneo.
Tvboy estudió Diseño Industrial en Milán y allí empezó a añadir a sus dibujos un personaje con la cabeza metida dentro de una televisión. Era para identificarse con una generación que había crecido con ella y empezó a firmar como tvboy.
Explica que para él intervenir espacios urbanos significa hacer el arte más democrático y accesible a todo el mundo. No hay que pagar precio al entrar. Estudió el renacimiento italiano, el barroco italiano y español y a artistas como Caravaggio o Velázquez. De joven le inspiraba Warhol y del movimiento street admira a Banksy o Mr Brainwash.
Dice que sus graffitis han madurado y ahora busca impactar para hacer reflexionar a la gente sobre temas tan importantes como el racismo, el medio ambiente, los derechos de las parejas LGBTI o la violencia machista.
En el arte urbano se respetan los lugares históricos, los que tienen valor y las fachadas nuevas. Aclara que el lugar es importante porque tiene que haber una conexión con la obra y sabe que todas las disciplinas urbanas están interconectadas. Es un microuniverso con mucha vida:
«El street art viene del graffiti y ya en su origen estaba vinculado con el movimiento hip hop surgido en Nueva York en los 80. Tiene una conexión muy fuerte con la música, con el baile y con los deportes sobre todo los callejeros», enfatiza. Para resumirlo mejor, explica:
«En cualquier ciudad del mundo hay una plaza o un parque con niños jugando al fútbol y sería súper bonito que el deporte y el arte siguieran siempre de la mano».
El fútbol es el primer amor de muchas y muchos. En Barcelona, sobre todo, el deporte rey. Al aire libre y con la gente vitoreando, los partidos avivan el ambiente. Gabriel, un jugador, llegó a Barcelona y recuerda que al poco tiempo le invitaron a jugar en un campo escondido en Monjuic. Le recordó a su infancia en Sudamérica, donde Ronaldinho marcó a su generación y se reivindicaba que era cool jugar fútbol en lugares abandonados, en la calle y toda la cultura alrededor de todo esto. Esa misma noche organizó Street Football x Barcelona.
“Antes pensábamos que fichar por un club era la única opción de llegar a ser algo en el fútbol y ahora vemos que esa idea es negociable”, explica Gabriel, el fundador del proyecto.
Street Football x Barcelona ha organizado este deporte haciendo bandera de su cultura. Organizan equipos, algunos mixtos, y en los que hay gente de todos los lugares. Es también la primera crew de Street Football fundada en la ciudad. «He conocido a cientos de personas de más de 80 países que han venido a jugar con nosotros. Se han forjado amistades, viajes, proyectos. El fútbol tiene mucho poder social», dice Gabriel. Han puesto Barcelona en el mapa internacional respecto al street football.
A pesar de que el street football siempre ha existido, Gabriel nota que la disciplina ha cambiado. Ahora esa cultura importa. «Estamos en los videojuegos, organizamos torneos locales e internacionales, las marcas han vuelto a regresar a ver a las calles. Ha crecido muchísimo. Antes no había estas estructuras ni esta exposición», argumenta.
Es normal que interese porque tiene un poder de atracción brutal. No solo es el fútbol, es el conexto urbano que respira una atmósfera más real, artística, libre, interesante. Hablan y conocen a los y las que pintan graffitis, a los que bailan, a los del basket. A todos los vecinos que bajan a animar. Es un microcosmos del que no quieres salir porque es lo que ha logrado que haga latir la ciudad.