La monja de 80 años guardó los restos de su amiga durante un año pero quedó al descubierto al abandonarlos en una maleta en una calle en Chile
Una monja abandonó los restos de su compañera en una calle luego de que los guardara durante al menos un año para cumplir un pacto que hicieron.
Las autoridades investigan el extraño caso luego de que encontraron estos restos humanos al interior de una maleta que fue dejada por la religiosa en una calle de Santiago de Chile.
De esta forma, el hallazgo despertó la preocupación de los ciudadanos que pensaron que se había tratado de un crimen.
Los videos de las cámaras de seguridad permitieron confirmar que no se trato de delincuentes sino de una monja de 80 años que había hecho un supuesto pacto con su compañera.
De acuerdo con la versión de la policía, las religiosas querían acompañarse más allá de la muerte y por eso se prometieron que no se iban a dejar.
«Aquí hubo un pacto. La persona fallece hace un año atrás y la otra la mantiene desde ese tiempo en una maleta por el cariño que le tenía», relató a la prensa el subprefecto Juan Fonseca.
Los uniformados lograron identificar a la mujer al reconocer los hábitos con los que estaba vestida cerca de la zona donde abandonó la maleta con los restos.
Chile 🇨🇱: La policía chilena está investigando una monja de 80 años de edad, que abandonó una maleta en una calle de Santiago, contentiva de los restos de su amiga que llevaba un año muerta 🤔😮 pic.twitter.com/MRcZ4okfcu
— CrónicaPolicial (@CronicaPolicial) April 11, 2024
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¿Cómo se registró la muerte?
Las investigaciones de la policía permitió conocer que la religiosa de 58 años había fallecido en abril del 2023 por cuenta de una enfermedad.
Sin embargo, la religiosa no dio aviso a las autoridades y decidió guardar el cadáver en una bodega pero un año después tomó una decisión que la dejó al descubierto.
La monja decidió sacar los restos de su compañera en una maleta y dejarlos en la calle. Un reciclador tomó la maleta y empezó a sentir un olor extraño y dio aviso a las autoridades.
«Preliminarmente el cuerpo no tenía lesiones atribuidas a terceros», informó Francisco Lanas, fiscal a cargo del caso.
Sin embargo, la monja habría decidido sacar los huesos porque su hija iba a llegar a la casa y no quería que encontrara los restos de su amiga.
«Frente a la probabilidad de que descubriera esta maleta con el cuerpo de su amiga es que decide dejarla en la calle. Esa es la única explicación lógica que tenemos hasta el momento», explicó Lanas.
La mujer no quedó detenida, pero podría ser sancionada por el código sanitario. Además, el caso sigue siendo investigado para esclarecer las causas de muerte.
Las autoridades dijeron que estas monjas no pertenecían a una congregación religiosa formal sino que se definían como «laicas consagradas» y esperaban vivir el resto de su vida entregadas a Dios.