Las hermanas clarisas de Santa María de Jesús en Sevilla se venían rebuscando para obtener ingresos y decidieron alquilar las habitaciones de su convento a los turistas.
Un grupo de monjas en España decidió reinventarse para buscar recursos y optaron por registrar un convento del siglo XVI a través de una plataforma de alquiler.
Las hermanas clarisas de Santa María de Jesús en Sevilla se venían rebuscando para obtener ingresos. Probaron con la encuadernación, con la lavandería y con la repostería.
Este último ha sido el único emprendimiento que siguen realizando pero no es suficiente para obtener el dinero que necesitan.
En medio de su necesidad, decidieron adaptarse al avance de la tecnología y optaron por alquilar un convento del siglo XVI a través de Airbnb.
Ellas se dieron cuenta que el turismo estaba dejando importantes ingresos para Sevilla y no podían desaprovechar esta oportunidad.
En esta aplicación de alquileres de vivienda hay opciones de todo tipo, pero muy pocas ofertas con un alojamiento que tiene más de 500 años de historia.
«La venta de dulces no basta para pagar gastos», dijo la madre superiora, sor María Lucía, en una entrevista con el periódico El Debate.
De esta forma, estas monjas empezaron a ofrecer un servicio a los turistas dentro del convento de Santa María de Jesús ubicado en pleno centro de Sevilla.
Las religiosas adecuaron el espacio para ofrecer unos apartamentos y han empezado a hospedar a los turistas.
El arreglo del techo las obligó a reinventarse
El deterioro de los techos del convento llevó a estas monjas a asumir costosos gastos para poder arreglarlo.
Estos espacios habían quedado abandonados tras la muerte de una de las monjas y por eso tuvieron que buscar recursos para intervenirlos.
Los apartamentos se encuentran sobre la zona en donde trabajan todos los días y corrían el riesgo de que se desplomara sobre ellas.
Ante esto, decidieron buscar ayuda y el alcalde de ese entonces les dio una ayuda para poder construir un techo nuevo.
Las monjas lograron intervenir el lugar y se endeudaron para poder equipar los apartamentos para ofrecer el mejor servicio a los turistas.
Al publicarlo en la plataforma de Airbnb aseguraron que se trata de un espacio «perfecto para descansar tras un día de actividad y diversión».
Además, ofrecen servicios como cafetera, calentador de agua y lavavajillas. Aunque solo llevan unos meses en la aplicación, las calificaciones de los huéspedes ha sido más que buena y suman 4.75 estrellas.
Las religiosas alquilan estos espacios por diferentes precios. Dos noches por 90 o 180 euros, dependiendo del número de habitaciones. Entre los costos también piden entre 30 y 55 euros por los gastos de limpieza.
Las 18 religiosas que viven en el convento han encontrado una gran fuente de ingresos alquilando las habitaciones del convento del siglo XVI
Esta historia también se conoce en momentos en que la Iglesia ha venido enfrentando una grave disminución de las vocaciones religiosas en el mundo.
Solo en España, se estima que el número que dedican su vida a la religión de forma activa pasó de 55.4000 miembros en 2017 a unos 40.000 en 2019.
La muerte de las monjas y sacerdotes y la poca vocación de los jóvenes han hecho que la iglesia tenga que cerrar monasterios y conventos alrededor del mundo.
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