Este profesor de arte se identifica como homosexual y encontró en este personaje un motivo para luchar contra la homofobia en su país.
‘Helena Black’ es una drag queen que decidió luchar contra la homofobia en los centros culturales de Brasil.
Con maquillaje recargado y una voluminosa peluca fucsia, Paulo Reis viene personificando a esta drag interpretando cuentos para niños para combatir la discriminación.
«Los niños no nacen con prejuicios, no son ni homofóbicos, ni racistas; son los adultos quienes se los inculcan», dijo.
Este profesor de artes y actor de 40 años se identifica como homosexual, negro y de la periferia. Esto le ha permitido usar su personaje para luchar contra la homofobia en un país en donde 2.9 millones de adultos se declaran homosexuales o bisexuales.
La homofobia y transfobia son considerados crímenes desde el 2019. Sin embargo, el país lidera el número de muertes violentas de personas trans en un estudio realizado en 35 países por la organización Transgender Europe.
La problemática es tan compleja que en el Congreso avanza una iniciativa que busca prohibir el matrimonio entre personas del mismo sexo. Un proyecto que fue validado por la Corte Suprema en 2011.
Los cuentos infantiles para combatir la homofobia
El Paulo Reis sintió la necesidad de actuar para combatir este flagelo y encontró en los cuentos infantiles un gran aliado.
Desde el 2017, este profesor ha venido contando cuentos con temáticas de la comunidad LGBTIQ+ a niños y adultos en bibliotecas y centros culturales de Sao Paulo y otras ciudades del país.
Fue así como ‘Helena Black’ ha logrado, como todo cuento de princesas, un desenlace feliz pero atípico.
«Personas de todos los reinos vecinos asistieron al casamiento; algunos por amistad, otros por la curiosidad de ver la unión entre dos mujeres», mencionó en uno de los cuentos.
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La iniciativa fue denominada como ‘Mamá, ¡hay una Drag Queen contando historias!’ y ha venido contando con el apoyo del gobierno local.
De esta forma, este brasileño de familia pobre logró encontrar en el arte su principal medio de vida.
«Se cree que un hombre vestido de mujer solo puede ser algo trivial, pero una drag queen también puede educar y ocupar espacios más allá de las casas de shows y trabajos sexualizados», afirma.
Paulo cree que su presencia en estos espacios personificando a una drag queen es un acto político y de resistencia frente a los prejuicios que existen sobre género y sexualidad.
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