Tasha Kann tenía dos opciones: continuar con su embarazo para salvar a su bebé o abortar para enfrentar un cáncer agresivo que está acabando con su vida.
Una mujer embarazada desafió las recomendaciones de los médicos de que abortara luego de que fuera diagnosticada con un cáncer cerebral.
La vida de Tasha Kann estuvo a punto de derrumbarse luego de que le descubrieran un cáncer en su cerebro en 2022, en momentos en que estaba esperando a su segundo hijo.
La madre quedó completamente desconcertada luego de que los especialistas le dijeran que tenía un agresivo y extraño tumor maligno; por lo que debía someterse a una quimioterapia y radiación.
«Estaba un poco asustada, pero nunca perdí la esperanza. Sabía que tenía que ser fuerte por mi bebé», dijo Kann.
Ante esta situación, los médicos le indicaron que podría interrumpir su embarazo, que ya tenía 20 semanas de gestación, para poder recibir su tratamiento. De lo contrario podría morir debido a la gravedad de su enfermedad.
«Les dije que no en absoluto», indicó Tasha en una entrevista con Fox News.
Para sorpresa de muchos y desafiando todos los pronósticos, esta mujer de Michigan todavía está viva y decidió contar su historia.
El aborto no era una opción
La mujer de 30 años sabía que estaba enfrentando una dura batalla por la vida: no solo estaba en riesgo la de ella sino también la de su bebé.
El diagnóstico no era nada alentador y por eso los médicos fueron claros en decirle que debía tomar una drástica decisión.
«Todos me miraron y me dijeron que mis mejores posibilidades de supervivencia serían hacerme un aborto y comenzar el tratamiento de inmediato; lo que podría darme de cinco a ocho años de supervivencia», dijo.
Ante esto decidió aferrarse a su fe y empezó a hablar con Dios cuando estaba internada en el hospital. Tasha decidió rechazar el aborto que le había recomendado los médicos porque estaba segura de que podría dar a luz a su bebé y seguir cuidando de sus hijos.
«Abortar a mi bebé nunca fue una opción para mí porque va en contra de la voluntad de Dios», indicó esta enfermera; que conocía de primera mano los efectos secundarios del tratamiento contra el cáncer.
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Ella continuó con su embarazo sin problema y afortunadamente su enfermedad estuvo estable durante ese periodo. Además, recurrió a algunos enfoque holísticos, cambiando su dieta, haciendo ejercicio y tomando suplementos.
El día esperado llegó y pudo dar a luz a su pequeña Gracey en octubre de 2022; que desde ese momento le haría compañía a su hijo Deklan de dos años.
Los médicos le indicaron que para ese momento le quedaban unos ocho meses de vida; pero Tasha solo se mostró agradecida por la oportunidad de haber tenido a su bebé.
El cáncer se volvió más agresivo
En los últimos meses esta mujer recibió una mala noticia luego de que los exámenes de control detectaran que el cáncer cerebral se había extendido en su cuerpo.
El agresivo tumor creció considerablemente y estaría afectando su sistema nervioso central y los lóbulos del cerebro; pero ahora las opciones de tratamiento era más limitadas.
Ella decidió que no se someterá a la quimioterapia y está recibiendo una inmunoterapia alternativa en un centro integral contra el cáncer en Houston (Texas).
Tasha ahora está enfrentando una nueva dificultad y es que este tipo de tratamientos cuestan unos 17.000 dólares por mes y necesita tomarlo por al menos un año; por lo que el costo total podría superar los 200.000 dólares.
La familia Kann decidió contar su historia y creó una campaña de recaudación de fondos a través de la plataforma GoFundMe en donde ya ha recolectado más de 280.000 dólares.
Esta mujer sigue luchando contra el cáncer cerebral y no pierde la esperanza de superarlo para poder criar a sus dos bebés en compañía de su esposo.
«Lo único que siempre quise ser en la vida fue madre. Mi marido es mi principal sistema de apoyo. Las sonrisas de mis hijos me ayudan a mantenerme fuerte y me recuerdan que debo seguir adelante», concluyó Tasha.