Los bomberos dejaron de buscarlos después de una semana, pero ellos seguían vivos y fueron encontrados accidentalmente
Dos hermanos de 6 y 8 años de edad estuvieron perdidos durante 26 días en la selva amázonica en Brasil. Las autoridades incluso ya los daban por muertos y suspendieron su búsqueda, pero afortunadamente la historia tuvo un final feliz.
Un hombre escuchó una diminuta voz que pedía ayuda y así encontró a Glauco y Gleison, quienes fueron trasladados a un hospital de Manaos, pues presentaban un cuadro grave de desnutrición.
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Los dos pequeños, indígenas de la etnia mura, desaparecieron el pasado 18 de febrero, cuando se adentraron solos en la inmensidad de la selva amazónica para cazar pájaros, en una zona boscosa del municipio de Manicoré, en el estado de Amazonas.
Una enorme búsqueda
Bomberos, policías, agentes de la Fundación Nacional del Indio (Funai) y vecinos de la comunidad montaron un dispositivo de búsqueda para intentar dar con el paradero de los hermanos. En total, se involucraron unas 260 personas.
Encontrar una persona en medio de ese ambiente vasto e inhóspito es casi misión imposible. A la semana de su desaparición, los bomberos finalizaron oficialmente las labores de búsqueda sin haber hallado ninguna señal de los niños.
Sin embargo, la comunidad indígena que vive en la región no desistió y montó grupos que llegaron a rastrear hasta 15 kilómetros a la redonda.
Pero ni rastro de ellos, hasta que un hombre que cortaba maleza dentro de la selva amazónica para abrir un camino se encontró por accidente con los dos hermanos.
“Me emocioné mucho. Cuando escuchó movimiento, el pequeño gritó. Él (el hombre) llegó hasta allí y estaban recostados” en el suelo, describió Claudionor Ferreira, el padre de los pequeños, en declaraciones al grupo Globo.
Sólo agua de lluvia
Inmediatamente, fueron llevados a un hospital de Manicoré, con un cuadro de desnutrición grave y arañazos por el cuerpo.
Los médicos afirmaron que durante esos 26 angustiosos días perdidos en la Amazonia los pequeños se alimentaron apenas del agua de la lluvia.
En la clínica de Manicoré recibieron los primeros cuidados, si bien la falta de medios y su debilitado estado de salud obligó a las autoridades a trasladarlos a un hospital de Manaos, la capital de Amazonas, en un viaje de dos horas y media por tierra y aire, según informó la secretaría regional de salud.
Con información de EFE