¿Qué pasaría si el núcleo de la Tierra se enfriara?
Aveces pasamos por alto aspectos de nuestro planeta que son vitales para nuestra supervivencia. En la escuela nos hablaron alguna vez del núcleo de la Tierra, pero después de eso rara vez volvemos a escuchar el término. Es algo que sabemos que existe, pero que pasamos por alto constantemente.
Y es que el núcleo de la Tierra, esa «bola de fuego» que se encuentra al interior de nuestro planeta, es clave para la vida. Si algún día este se apagara, el planeta se convertiría en una roca gigante, fría e inerte.
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Durante más de 4.500 millones de años, el núcleo de la Tierra ha permanecido caliente pero como nada es eterno, inevitablemente se ha ido enfriando. Que el centro del planeta se apague es algo que conocíamos tanto como la eventual muerte del Sol, pero unos científicos descubrieron un hecho con el que no se contaba: el núcleo se está apagando más rápido de lo previsto.
La investigación citada por BBC arrojó que si bien el enfriamiento se dará en una escala de millones de años, preocupa porque cada vez es menor el tiempo que la humanidad tendrá para reaccionar contra este fenómeno. Sin contar con los fenómenos naturales que empezarán a ocurrir cuando el núcleo ya no sea tan caliente.
Un equipo del Instituto Federal Suizo de Tecnología de Zúrich (ETH) y de la Institución Carnegie de Ciencia, en Estados Unidos, manifestaron lo que pasaría en la superficie si el núcleo se enfría.
¿Qué pasa si el núcleo de la Tierra se apaga?
Según Motohiko Murakami, líder del estudio, si el núcleo de la Tierra se apaga lo primero que ocurriría es que las placas tectónicas dejarían de tener movimiento.
El campo magnético de la Tierra se perdería, y rápidamente, se convertiría en una roca gigante la cual sería imposible de contener vida.
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«Marte, Mercurio y la Luna se han enfriado tanto durante los últimos 4.500 millones de años que, geológicamente hablando, son esencialmente inertes», dijo el investigador.
Y es que, a diferencia de la Tierra, Marte, Mercurio y la luna no tienen placas tectónicas.
Por ahora, Murakami no se atreve a dar el año exacto en el que el enfriamiento del núcleo llegue a su punto máximo. Posiblemente, cuando eso ocurra no estaremos aquí pero, ¿y si el núcleo se sigue apagando rápidamente?
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