La pintura de un ‘Emiliano Zapata gay’ desató escándalo, polarización y protestas en México en su momento. Para su autor, Fabián Cháirez, esta obra marcó un antes y un después
En diciembre de 2019 una pintura de Emiliano Zapata (un revolucionario mexicano), en tacones, desnudo y montando un caballo blanco generó todo tipo de comentarios negativos en su momento. La indignación fue tal que un grupo de manifestantes, liderada por el nieto del militar, Jorge Zapata, irrumpió en el Palacio de Bellas Artes exigiendo que destruyeran la obra ‘Zapata gay’.
«¡Que la quemen, que la quemen!», era el grito que se podía escuchar a varios metros de distancia. En 1900 un Emiliano Zapata revolucionó a los mexicanos y más de 100 años después, su versión gay los volvió a «revolucionar» y marcó una polarización entre la población.
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Fabián Cháirez, un pintor figurativo mexicano y autor de la obra ‘La revolución’, más conocida como ‘El Zapata gay’, nos habló de cómo esta pintura marcó un antes y un después en su vida y a su vez, en la mente de los mexicanos.
Su inspiración para visibilizar en sus obras expresiones que no han sido lo suficientemente visibilizadas vienen desde su niñez. La homofobia y el racismo en Chiapas, estado donde nació, le permitieron forjar el enfoque de su carrera y su expresión de género.
«El tema racial y la discriminación me marcaron desde niño. Crecí en Chiapas, un estado racista y homófobo (igual que todo el país). Es algo muy importante que definió mi carrera, no sólo mi expresión de género», contó.
Antes de que el mundo conociera la obra de ‘Zapata gay’ a finales de 2019, Fabián Cháirez hizo un mural en la galería José María Velasco que mostraba a dos luchadores cayendo mientras se besaban. Ese fue el inicio de su carrera y su sello personal.
«Siempre recibí frases como pinta más comercial, no ‘jotees’ tanto, dedícate a otros temas. Y dije bueno, si no quieren mi obra expuesta en las galerías, voy a exhibirla en los antros (bares). Expuse mucha de mi obra en siete bares LGBT en Ciudad de México», agregó.
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El descubrimiento del ‘Zapata gay’
Justamente en uno de esos bares donde Cháirez exhibía sus obras, el curador del Museo de Bellas Artes conoció su trabajo. Un día cualquiera lo contactaron para ofrecerle exponer ‘La revolución’ en un homenaje a Emiliano Zapata que organizó el museo.
«Tuve una pequeña reunión con el director y personal de Bellas Artes porque tenían dudas de si mi obra iba a ‘herir susceptibilidades’. Pensé que igual me sacarían, pero luego me mostraron los planos de distribución de la obra», dijo. «Me dejaron en un pasillito pegado a la pared, detrás de un mural enorme, como para que nadie me viera».
Para ese momento, ni Fabián Cháirez y mucho menos los directivos del museo sospechaban el revuelo que causaría ‘La revolución’.
«Todo pasó en una semana. La secretaría de cultura publicó en redes fotos de mi trabajo y surgieron muchos comentarios homofóbos. PlayGround fue el primer medio que me contactó y me hicieron una entrevista titulada ‘La obra de este pintor tiene todo lo que hace rabiar a un homofóbico’. Eso desató muchas cosas. Otras plataformas empezaron a compartir la entrevista y luego me contactaron de El Universal. Pensé ‘guau: arte ‘joto’ en la portada de uno de los periódicos más importantes del país'».
Sin embargo, con el reconocimiento también llegaron las agresiones en redes sociales y las amenazas. El nieto de Emiliano Zapata empezó un proceso de demanda contra Cháirez por «denigrar» la imagen de su abuelo.
«Yo estaba en shock, no podía creer la cantidad de amenazas de muerte que recibí. Cuando hacía scroll en mis redes, era como estar en un capítulo de ‘Black Mirror’, todo eran imágenes mías y de ‘La revolución'», dijo el artista.
Ciertamente, el estrés se convirtió en el factor común en la vida de Cháirez por esos días, pero el artista tomó la mejor decisión: dejar que la obra ‘Zapata gay’ hablara por sí sola.
Si quieres conocer más sobre esta historia, te invitamos a reproducir el video que se encuentra al inicio de este artículo.
