«No tengo palabras. Me alegro mucho de haber encontrado a los adolescentes. No puedo creer que llevasen más de 20 años ahí», explica Jeremy Sides.
A principios de los 2000, sucedió algo que consternó al estado a Tennessee (EEUU): desaparecieron dos jóvenes de 17 y 18 años y, a pesar de los exhaustos esfuerzos de las autoridades del condado de White, nunca aparecieron.
Los adolescentes, Erin Foster y Jeremy Bechtel, ambos de Sparta, Tennessee, fueron vistos por última vez el 3 de abril de 2000, saliendo de la casa de Erin en su Pontiac Grand Am de 1988.
No ha sido hasta ahora, 21 años más tarde, que un youtuber submarinista ha encontrado el coche de los adolescentes, hundido y oxidado en un río.
¿Cómo dio con ellos?
A fines del pasado mes de noviembre, Jeremy Sides, el hombre de 42 años que se encuentra tras el canal de YouTube Exploring With Nug, buscó en los lagos cercanos durante unos días con el fin de encontrar pistas de cualquier tipo. Algo que, de hecho, hace habitualmente: desde 2016 comenzó a documentar sus aventuras a través de vídeos que publicaba en su canal.
Las familias de las víctimas se enteraron de que el buceador se encontraba inspeccionando los fondos marinos de la zona y avisaron al sheriff, Steve Page, por si podía contactar con él y trabajar en conjunto. Nunca perdieron la esperanza de encontrarles. Así, Page habló con el youtuber y le pidió que revisara la zona donde los jóvenes habían desaparecido para ver si encontraba algo.
Poco antes de que se fuera el sol, el 30 de noviembre, su dispositivo de sonar (tecnología bajo el agua) mostró que el bote flotaba sobre un objeto con forma de automóvil. Sides pasó la noche en su camioneta y a la mañana siguiente se sumergió para identificar la marca del automóvil y el número de matrícula.
El resultado fue inesperado incluso para Sides. El youtuber No solo encontró el coche con el que salieron de casa ese 3 de abril, sino que además fueron hallados restos humanos en él: «No tengo palabras. Me alegro mucho de haberlos encontrado. Me entristece mucho que hayan acabado así. No puedo creer que lleven más de 20 años ahí, esperando a que alguien los encuentre», confesaba el joven youtuber en un vídeo de 20 minutos sobre cómo ha sido el procedimiento.
De un don a una profesión
Para Jeremy Sides, residente en Acworth (Georgia), un suburbio del noroeste de Atlanta, hacer videos sobre casos sin resolver o la búsqueda de objetos perdidos no era un sueño a cumplir. Empezó a jugar con un detector de metales como pasatiempo mientras dirigía su negocio de automóviles. Entonces se dio cuenta de que tenía un don para encontrar objetos perdidos o robados, así que se volvió más ambicioso, aprendiendo a bucear y rastrear fondos marinos.
El youtuber, que ahora cuenta con más de 120.000 suscriptores, encuentra sus objetivos en un sitio web que enumera los casos sin resolver. Busca casos “incómodos”, en concreto los de “personas que desaparecieron del planeta y que se esfumaron en sus coches”, expone sobre su canal.
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A principios de noviembre, Sides también encontró un automóvil directamente relacionado con la desaparición de una mujer desde 2005, a una hora de Sparta, en Tennessee.
«Fue como perderle de nuevo»
Los familiares llevan más de década lidiando con el dolor de la pérdida, sin saber qué había pasado realmente con sus hijos. Ahora la pregunta que se hacen, desmintiendo las hipótesis que hasta ahora habían barajado es: ¿Y si Jeremy y Erin no fueron brutalmente asesinados?
Esa es la explicación que dan las autoridades para la desaparición ocurrida hace 21 años: un fatídico accidente automovilístico. «Fue como perderle de nuevo», dijo Ron Bechtel, el padre de Jeremy Bechtel, en una entrevista el jueves pasado. «Teníamos una pequeña esperanza de que todavía estuvieran vivos».
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